Nuestros compañeros Camelia y Emil llevan dos años haciendo un esfuerzo
sobrehumano para pagar a BBVA la letra de su hipoteca, desde que Emil perdió su
empleo. Con los únicos ingresos de su subsidio de 426 euros, en el mes de
septiembre tuvieron que elegir entre comer o pagar la letra: y lo primero es
una vida digna.
Durante 10 años, mientras los dos tuvieron trabajo y aún después, siempre
pagaron. Y ahora que se acercan a la edad de jubilación se encuentran con la
posibilidad de perder su casa y quedarse con una deuda de más de 100.000 euros.
Este jueves pedimos a BBVA la dación en pago y un alquiler social para Emil
y Camelia. La legislación actual, hecha a la medida de los poderes económicos,
quiere condenar una vez más a la precariedad y la incertidumbre a dos
trabajadores que, después de una vida de esfuerzos, se ven sin empleo.
BBVA acumula en Alcalá más de un centenar de viviendas, con las que
pretende volver a especular, desahucio sobre desahucio, mientras sigue echando
a familias a la calle. Solicitamos la dación en pago y un alquiler social para
Camelia y Emil en un lugar donde puedan empezar otra vez desde cero.
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